jueves, 27 de marzo de 2014

Galletas de queso Philadelphia

Bueno, pues después de dos meses de inactividad… aquí estoy de nuevo.
El 24 de enero tuve que empezar a medicarme debido a una contractura en fase aguda que me había rectificado la columna. Después de tanto tiempo yendo a trabajar como un zombie (3 de dexketoprofeno, 3 analgésicos y 2 de diazepam al día) porque no quise coger la baja, y tras otros dos meses de rehabilitación, creo que ya voy estando mejor para retomar mis hobbies.
La verdad que mi ánimo (debido a lo doloroso del asunto) no ha sido el mejor para coser, crochetear, etc… De echo no se si hasta se me habrá olvidado coger un ganchillo ^__^

Después de contaros el motivo de mi ausencia blogera, os voy a poner unas fotitos y receta de las galletas con las que he inaugurado mi vuelta a la actividad.

GALLETAS DE QUESO PHILADELPHIA.

Galletas antes de hornear

• 150 gr queso tipo Philadelphia
• 100 gr mantequilla a temperatura    
ambiente.
• 90 gr azúcar
• 8 gr azúcar avainillado
• 330 gr harina

Ponemos el horno a 180° para que se vaya precalentando mientras vamos preparando la masa.
En un bol mezclamos el queso con la mantequilla y con el azúcar normal y el avainillado.
Lo movemos enérgicamente para que se incorporen bien los ingredientes. Una vez bien unidos agregamos la harina.
Cuando ya empieza a no poderse mezclar en el bol, volcamos la masa en una superficie no porosa y limpia y la acabamos de amasar con las manos.
Ahora solamente nos queda dar forma a nuestro gusto bien a mano o con cortapastas. Si lo hacemos de esta última forma, primero tenemos que estirar la masa con el rodillo entre dos láminas de papel de horno y luego ponerla a endurecer unos 20 minutos en el congelador para que se pueda trabajar bien.
Yo personalmente, esta vez he formado unas bolitas a mano a las que después de aplastarlas les he hecho un agujero para rellenar con mermelada. Pero esto, como todo, para gustos.
Por último solamente queda hornear unos 20 minutos dependiendo del grosor y del horno de cada una.

Enfriándose en la rejilla. 

¡Buen provecho!